viernes, 13 de noviembre de 2009
“El cambio interior de un travestí se transforma entre las cuatro paredes del Hotel Lima. Marcia tiene 24 años, y a pesar que solo tiene un año trabajando por estas calles, su trato es deseable. En su habitación todos los objetos en su lugar, la cama, la silla, la mesa y un asqueroso balde en una de las esquinas espera ser llenado de papel higiénico por los clientes.”
“En una época dominada por el pragmatismo y la tecnología, la fe, tal y como nos la mostraron, por lo menos idealmente, nuestros padres o profesores todavía existe. Gente de distintas edades, clases sociales y ocupaciones se encuentra para celebrar la procesión de una imagen que no es ni siquiera la original aunque con autentica fe.”
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